La
química actúa sobre la materia, que es todo aquello que nos rodea, ocupa un
lugar y un espacio en el universo, y que somos capaces de identificar y
conocer. La materia presenta dos tipos de propiedades: propiedades extensivas y
propiedades intensivas.
Las propiedades
intensivas son
aquellas que no dependen de la cantidad de sustancia o del tamaño de
un cuerpo, por lo que el valor permanece inalterable al subdividir el sistema
inicial en varios subsistemas, por este motivo no son propiedades aditivas.
Tienen que ver más con la estructura química interna de la materia, como la
temperatura, punto de fusión, punto de ebullición, calor específico o
concentración, índice de refracción, entre otros aspectos.
Las propiedades intensivas pueden servir para identificar y caracterizar una sustancia pura, es decir, aquella que está compuesta por un solo tipo de molécula , como, por ejemplo, el agua, que está formada solo por moléculas de agua (H2O), o el azúcar, que solo la conforman moléculas de sacarosa.
Las propiedades intensivas pueden servir para identificar y caracterizar una sustancia pura, es decir, aquella que está compuesta por un solo tipo de molécula , como, por ejemplo, el agua, que está formada solo por moléculas de agua (H2O), o el azúcar, que solo la conforman moléculas de sacarosa.
Ejemplos
de propiedades intensivas son la temperatura, la presión,
la velocidad, el volumen específico (volumen ocupado por la
unidad de masa), el punto de ebullición, el punto de fusión, la densidad, viscosidad, dureza, concentración, solubilidad, olor, color, sabor,
etc., en general todas aquellas que caracterizan a una sustancia
diferenciándola de otras,
Las
propiedades intensivas se dividen en dos:
Propiedad Característica: permite
identificar las sustancias con un valor. Ej.: Punto de ebullición, calor
específico.
Propiedad General: común
a diferentes sustancias
Las propiedades
extensivas son
aquellas que sí dependen de la cantidad de sustancia o del tamaño de
un cuerpo, son magnitudes cuyo valor es proporcional al tamaño del sistema que
describe. Las propiedades extensivas se relacionan con la estructura química
externa; es decir, aquellas que podemos medir con mayor facilidad y que
dependen de la cantidad y forma de la materia. Por ejemplo: peso, volumen,
longitud, energía potencial, calor, etcétera.
Muchas
magnitudes extensivas, como el volumen, la cantidad de calor o
el peso, pueden convertirse en intensivas dividiéndolas por
la cantidad de sustancia, la masa o el volumen de la muestra;
resultando en valores por unidad de sustancia, de masa, o de volumen
respectivamente; como lo son el volumen molar, el calor
específico o el peso específico. Una propiedad extensiva depende del
"tamaño" del sistema y tiene la propiedad de ser aditiva en el
sentido de que si se divide el sistema en dos o más partes, el valor de la
magnitud extensiva para el sistema completo es la suma de los valores de dicha
magnitud para cada una de las partes.
En
general el cociente entre dos magnitudes extensivas nos da una magnitud
intensiva, por ejemplo la división entre masa y volumen nos
da la densidad.
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